LA PUERTA CONDENADA DE JULIO CORTÁZAR
Imago mundi: De acuerdo al texto La puerta condenada de Julio Cortázar,
el Hotel Cervantes es un lugar solo, silencioso, tranquilo, que parece estar
apartado de los afanes que conlleva el mundo exterior.
Cosmos (Sagrado): La habitación en la que se aloja Petrone, ya que en la noche
es el lugar en el que descansa.
Caos (Profano): El hotel Cervantes excepto la habitación en la que se encuentra
Petrone, pues al estar él por fuera se siente intranquilo. Además los ruidos
que provienen de la habitación contigua a la de Petrone le causan molestia y
desvelo.
Espacio liminal: El hotel ya que es un lugar en el cual la gente entra y
sale constantemente, de igual manera como lo hace Petrone.
Umbral:
La puerta condenada que se muestra cubierta por un ropero, separa dos espacios
la habitación de Petrone y la de la señora de donde salen los ruidos.
Elementos de transición: Las llaves de la puerta condenada, que aunque no se
mencionan en el texto, implícitamente deben usarse para poder acceder a la
habitación de al lado.
Rito de contacto: La habitación en la que se hospeda Petrone es el espacio que
él conoce, por tanto, allí se siente a gusto.
Rito de transición: La puerta condenada es el espacio en el cual surge la
transición, puesto que esta separa lo que para Petrone es el cosmos (la
habitación tranquila) y el caos (la habitación de la que salen los llantos del
bebé).
Rito de separación: La habitación del lado y el resto del hotel Cervantes es lo
desconocido para el hombre, es decir, que esos espacios generan en él cierta
angustia e incertidumbre.